EL BIEN Y EL MAL
¿Alguna vez habéis estado en una de esas situaciones en las que sientes que hagas lo que hagas está mal?
¿Te has visto en esta situación? Ese momento en el que le das vueltas y vueltas a las cosas; en el que las noches, en vez de momentos de tranquilidad donde estar en calma, se convierten en una lucha contra ti mismo; donde en los momentos en familia, o con amigos, te aparece la duda de qué hacer, o de si lo que hiciste realmente estaba bien. ¿Era lo mejor? Quizás solo era lo menos perjudicial.
¿Debería hacerlo? Se repite una y otra vez en tu cabeza. ''Escucha tu corazón'', es lo que siempre dicen, pero, ¿y si mi corazón tampoco sabe lo que quiere? Estoy hecha un lío, intento resolver las cosas, pero no puedo, sólo intento sobrevivir, no quiero hacerle daño a nadie, pero, ¿y si al final acabo haciéndomelo a mí?
Este momento es representado en muchísimas obras, incluida la que estamos leyendo.
Víctor Frankestein vivió uno de estos momentos, justo cuando el mostruo, su creación, le pide una compañera. ¡Ni loco haría algo así!¡ Podría traer innumerables consecuencias! ¡No, de ninguna manera! Estos debieron ser los pensamientos de Víctor en ese momento, es lo que la mayoría hubiera pensado en su lugar, pero, ¿como cambia la situación en cuanto el monstruo lo amenaza? Tiene que tomar una difícil decisión: crear una criatura con la que aquel monstruo podría destruir el mundo y crear un peligro para este (Ayudar a ese monstruo, al ser que ha matado a su hermano pequeño) O cargar con su error toda su vida y no poder amar a nadie, por que este monstruo se lo arrebatará todo.
Víctor debe tomar una difícil decisión, una de estas decisiones, no sabe que hacer. Incluso, una vez que decide, finalmente se retracta, no puede vivir con eso en su conciencia.
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